Es un tema que duele. Y mucho. Pero eso hay que hablarlo. El diálogo es la clave. Poner en palabras el sufrimiento puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Esa es la premisa de un taller que se realizará en el marco del Mes de Prevención del Suicidio. El encuentro será mañana, de 19 a 21, en el Colegio de Psicólogos ubicado en calle Córdoba 1.027. La actividad es gratuita y está dirigida a toda la comunidad.
Durante la charla, titulada “El diálogo como herramienta para el abordaje de situaciones difíciles”, a cargo de la licenciada Pilar Padilla y de la psicóloga Mariana Ponce, se abordará cuáles son las distintas formas que podemos tener para acercarnos a hablar con alguien que podría estar sufriendo.
Las especialistas detallarán cuáles son las preguntas que, por ejemplo, habilitan un buen diálogo y cuáles son las que no transmiten una buena escucha. También darán pistas sobre cuál podría ser una adecuada manera de iniciar esa conversación difícil con un ser querido que no está bien y que tal vez ha pensando en quitarse la vida o podría pensarlo en el futuro.
La intendenta de Bella Vista pidió que se refuerce la atención en salud mental: "El suicidio es una constante en nuestra ciudad"El 10 de septiembre último se conmemoró el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, un grave problema de salud pública en todo el planeta, y que este año tuvo como consigna “Cambiar la narrativa. Empecemos a hablar” para generar conciencia, brindar el apoyo necesario y facilitar las alertas tempranas. Al contrario que en otros años, cuando se pensaba que no se debía hablar de suicidio, en la actualidad se reconoce que es muy necesario darle la entidad que merece y dejar de negarlo. Según las estadísticas en el país, la cantidad de suicidios se incrementó un 5% en el último año.
“Este taller surge con la idea de realizar algo que no sea hablar de estadísticas, sino más bien de qué podemos hacer para que no suceda el suicidio. Por supuesto que nos preocupan y mucho las muertes por esta causa. Pero estamos convencidos, como profesionales, de que el diálogo es una herramienta fundamental de prevención”, expresó Padilla.
En ese sentido, la especialista contó que durante la charla se darán consejos sobre cómo puede una persona acercarse a alguien que esté sufriendo y que quizás haya pensado en hacerse daño. “Lo principal es que ese acercamiento debe ser genuino. Es clave preguntarse qué es lo que me mueve a acercarme; si es para acompañar o porque estoy enojada”, planteó.
“Es fundamental prestar más atención a los momentos que estamos con las personas. Hay que conectarse, observar y escuchar especialmente”, indicó.
Empezar a conversar
En ese sentido, Padilla remarcó que es bueno saber cómo uno va a empezar a conversar: “hay preguntas que pueden ser un disparador. Por ejemplo, decir ‘te noto triste, qué te pasa, querés que hablemos’. Es algo sencillo que podemos preguntar, y de ahí en más escuchar”. El problema es que muchas veces estamos tan apurados que no podemos detenernos a dialogar con un ser querido. O que minimizamos o juzgamos a alguien que está sufriendo como consecuencia de un trastorno de salud mental.
Según la psicóloga, lo que no habla, lo que no se pone en palabras, produce efectos en el cuerpo. “Por eso, es esencial conectar para que alguien que sufre pueda hablar”, remarcó. “No todas las conversaciones son diálogos; muchas son monólogos donde una de las partes no tiene la intención de escuchar y no le importa; solo está esperando su turno para hablar”, especificó.
Los efectos a nivel neurológico de un buen diálogo, según explicó, son especialmente a nivel cerebral: reducen el nivel de cortisol (hormona del estrés) y aumenta el nivel de oxitocina (felicidad). Da sensación de bienestar, empatía, placer y a disminuir la ansiedad, enumeró.
Finalmente, dio otro consejo: si una persona considera que ya hizo el intento de acercarse a un ser querido y no está dando resultado, puede pedir ayuda. Algunas opciones son llamar a la línea 135 (un dispositivo que abrió el Ministerio de Salud para asistencia y prevención del riesgo suicida) o ir al hospital Padilla, que tiene una guardia específica de salud mental.